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Jan 31

El covid cobra la vida de Cassandra Trejo

El día primero de este año, el covid–19 cobró otra vida más, esta vez la de nuestra amiga Cassandra Trejo, quien fue muy conocida en el ambiente de los festivales de mariachi. 

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Cassandra Clemence o “Cassy”, como muchos le decían, nació en 1963 en el pueblo de Ruidoso, Nuevo México. Se crió en Hobbs, Nuevo México, pero vivió la mayor parte de su vida en Midland, Texas. Ella contaba que había conocido la música de mariachi a través de la televisión a la edad de 18 años, y que aprendió el español expresamente para poderla cantar. Solía decir: “Me enamoré de México, su música y su cultura”. 

Comenta la promotora nuevomexicana Noberta Frésquez: 

A finales de los años ’90, la contraté para que cantara en la Feria del Estado de Nuevo México. Después la invité a que participara en los talleres de nuestro festival Mariachi Spectacular de Albuquerque, donde su primer maestro fue Heriberto Molina. Año tras año regresaba. Era muy maternal y siempre traía a varios jóvenes a los que ahijaba.

En Albuquerque también conoció a figuras legendarias dentro del mariachi, incluyendo a Jesús Rodríguez de Híjar, Rigoberto Alfaro, Miguel Martínez y José Hernández. “Su entusiasmo al conocer a los grandes fue desbordante y contagioso”, asevera Frésquez.

Cassandra también asistía a otros festivales del mariachi en Estados Unidos, incluyendo a los de Tucson y Las Cruces, y eventualmente al Encuentro Internacional del Mariachi y la Charrería, en Guadalajara. En la perla tapatía hizo muchos contactos y se promovió a través de los medios de comunicación, lo que le sirvió para recibir invitaciones para cantar en diferentes partes de la república. Ahí grabó su único disco compacto como solista, Sueño en Vida, con arreglos del maestro Rigoberto Alfaro.

Cynthia Muñoz, productora del festival anual Mariachi Vargas Extravaganza, que se celebra en San Antonio, Texas, recuerda:

Cassandra fue muy querida por mucha gente por el talento natural que tenía para interpretar las canciones con gran emoción, pasión, ánimo y enjundia. Verla actuar era un verdadero deleite.

En San Antonio con Jonathan Clark y Cynthia Muñoz en 2013

Aparte de cantar como solista, Cassandra tocaba violín, guitarra y vihuela, y participaba como integrante de grupos de mariachi. También desempeñaba los oficios de cosmetóloga y asistente de enfermería. Este último le fue muy útil en el caso de don Miguel Martínez.

Ya para septiembre de 2014, a don Miguel le habían diagnosticado espondyloartrosis, una degeneración de los discos cervicales que ocasiona la perdida de control de las manos y las piernas. Recuerda Lupita Vallejo, su esposa:

Era de noche y sonó el teléfono. Era Cassy, llamando para preguntarme cómo estaba Miguel. Al oír mi voz desolada, me dijo: “Madrina, yo voy a México”. A los tres días llegó. Le trajo vitaminas. Miguel estaba muy decaído y no quería saber de nada. Le dio vitaminas, le dio terapia, le platicaba de música y le cantaba canciones. Cassandra se quedó en nuestro departamento casi un mes cuidándolo y cuando ella se fue, a Miguel le volvió la vida y su ánimo había regresado.

Don Miguel Martínez, su esposa Lupita y Cassandra, después de haberle sanado al maestro.

Rafael Palomar nos ofrece otro testimonio en torno a la generosidad de Cassandra:

Cuando me salí del Mariachi Vargas, me entró una depresión muy grande. No quería saber nada del estrellato; quería perderme en el anonimato. Fue Cassandra quien me devolvió el ánimo y me conectó a los festivales del mariachi, lo que abrió una nueva página en mi vida. Por eso siempre estaré muy agradecido con ella. Cassandrita ha de tener un lugar muy especial en el cielo. Doy gracias a Dios que me la puso en el camino.

Con Rafael Palomar

A finales de 2020, Cassandra fue a visitar a su madre, Olivia Clemence, quien se encontraba bajo cuidado médico terminal en la casa de otra hija en Dallas, Texas. Estando ahí, Cassandra se enfermó de covid-19 y murió inesperadamente el 1 de enero de 2021. Tenía 56 años de edad. Tristemente, falleció su madre tres días después, pero por causas no relacionadas con el covid. 

Germán Gutiérrez, Olivia (madre de Cassandra), Jonathan Clark, Cassandra y Chencho Hernández en Chapala
Sus hijos Adrián y Vanessa

A Cassandra le sobreviven su esposo Doroteo Trejo, sus hermanos Melissa, Floyd, Rubén y Mario y sus hijos Vanessa y Raymond Arenivas.

Con su esposo Doroteo Trejo

“Su vida era el mariachi,” nos asegura su hija Vanessa, “y al vivir su sueño, afectó a mucha gente. No te puedes imaginar cuántas personas me han dicho que mi mami los levantó en las horas más negras de su vida”.

Con Pepe Martínez

Cassandra Trejo no es único miembro de la gran familia mariachera tejana que ha pasado a mejor vida por causa del covid-19. Otro es Héctor Cantú, director de mariachi y banda del distrito escolar de San Diego, en el Valle del Río Grande. Extendemos nuestras más sinceras condolencias a todos los afectados por esta pandemia. Lávense las manos con frecuencia, usen mascarilla y observen el distanciamiento social.

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