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Nov 28

Entrevista con Julio Martínez

Este diciembre, después de más de 22 años con el Mariachi Vargas de Tecalitlán, Julio Martínez se despide para siempre de “El Mejor Mariachi del Mundo”. Dentro del concierto del Mariachi Vargas del viernes, 2 de diciembre de 2017, en el Lila Cockrell Theatre de San Antonio, el festival Mariachi Vargas Extravaganza reconocerá a Julio por sus grandes aportaciones al Mariachi Vargas y al arte de tocar el arpa en el mariachi. En la entrevista a continuación, Julio nos platica sobre su estancia en el Mariachi Vargas, del papel del arpa dentro del mariachi y de sus planes para el futuro.

 

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Julio con el Mariachi Vargas de Tecalitlán

 

Jonathan Clark (JC): Desde tu perspectiva, Julio, ¿cuál es el papel del arpa dentro del Mariachi Vargas?

Julio Martínez (JM): Bueno, cuando entré al Vargas en agosto de 1995, al arpa la consideraban como un instrumento adicional para reforzar el bajo, tocar acordes y, en algunas ocasiones, tocar introducciones o ir rellenando adornos que no hacían ni las trompetas ni los violines. No era un instrumento esencial, a diferencia de cuando se inició el grupo en 1898. En aquel tiempo, era un instrumento base: hacía adornos y hacía bajo, con el acompañamiento de la guitarra de golpe y dos violines. Así que en un principio, el arpa era imprescindible en el Mariachi Vargas, pero con el tiempo, conforme iban agregando más instrumentos, se fue relegando poco a poco hasta convertirse en un instrumento extra u opcional.

 

JC: En los 22 años que llevas en el grupo, ¿cómo ha cambiado el papel del arpa en el Vargas?

JM: Una gran satisfacción que tengo es que, por lo poco o lo mucho que yo hice, el arpa ya se toma más en cuenta dentro del Mariachi Vargas. Antes de que yo entrara al grupo, la gente se fijaba en las voces y los demás instrumentos, pero el arpa brillaba poco y casi no llamaba la atención. En cambio, cuando entro yo al Vargas, todo el mundo empieza a voltear la vista hacia el arpa.

 

JC: Me habías platicado que, cuando empezaste a tocar con el Mariachi Vargas, era bastante raro que algún otro mariachi tuviera arpa y más raro todavía que la gente se fijara en ese instrumento.

JM: Exactamente. Tú sabes que mi primer mariachi fue el Sol de México. Cuando entré con ellos en 1989, los únicos mariachis de renombre que tenían arpa eran Los Camperos, el América y el Vargas. No fue sino hasta después de que yo entrara al Vargas en el ’95 que los grupos empezaron a integrar el arpa con mayor frecuencia. ¿Por qué? Porque les llamó la atención que el instrumento podía hacer más melodía que una simple introducción o un adorno de La Bamba o el Huapango de Moncayo. Se dieron cuenta que podía hacer muchas cosas más, y a mí me da mucho gusto ver que en la actualidad, después de 23 años, un gran porcentaje de los mariachis alrededor del mundo ya traen arpa.

 

Con Lola Beltrán y José Hernández en 1990

JC: Dices que después de que entraste al Mariachi Vargas, mucha gente empezaba a fijarse en el arpa por primera vez. Pero en aquel tiempo, sólo unos cuantos números del grupo contenían un solo de arpa donde te permitía lucir. ¿No es cierto?

JM: Sí. Por ejemplo, el Violín Huapango ya estaba grabado como lo hizo mi antecesor, Arturo Mendoza, y su solo me sirvió de punto de partida. Pero yo lo alargué, haciendo más adornos para hacerlo más espectacular, y eso llamaba más la atención. Siempre fue mi idea hacer lo del arpa más espectacular. Por ejemplo, cuando don Pepe Martínez me dijo: “Vamos a montar Carmentea” (una canción colombiana), traté de hacerla más brillante. Lo mismo pasó con El Cascabel, así también como con La Bamba. Musicalmente, son sencillas, pero dentro de lo sencillo, traté de hacerlo espectacular. Y eso fue lo que llamó la atención.

 

JC: ¿Se puede saber, Julio, el motivo por el que vas a salir del Mariachi Vargas?

JM: En estas dos décadas que tengo con el grupo, creo que ya hice lo que tenía que hacer dentro del Mariachi Vargas. Siento que logré mucho e hice muchas cosas valiosas, pero quiero hacer aún más y creo que ya es tiempo de retirarme para realizar proyectos que siempre quise hacer, pero que no pude mientras estuve en el Vargas.

 

JC: ¿Cuáles crees que sean tus aportaciones más importantes durante tu estancia en el Mariachi Vargas?

JM: Creo que dejé una escuela en los temas donde me dejaban lucir. Los más espectaculares son El Cascabel, Carmentea y La Bamba. Recientemente montamos El Siquisirí, un son veracruzano donde la gente me aplaude bastante, pero no si se vaya a grabar comercialmente. Dejé plasmado muchas grabaciones para que la gente los califique en el futuro. Aparte de los discos con el Vargas, dejo discos acompañando a artistas, video clips, vídeos de conciertos en vivo y programas de televisión.

 

 

Con el maestro Rubén Fuentes

 

JC: Para ti, ¿cuáles son los momentos más memorables de tu estancia en el Mariachi Vargas?

JM: Haber tocado con la filarmónica de Jalisco, con la sinfónica de Nueva York, la de Houston y con la sinfónica de Praga, en la República Checa. También con la sinfónica juvenil de Madrid, en España. Pero el momento más inolvidable fue en el Teatro Rodolfinum, en la ciudad de Praga.

El último número del concierto fue Violín Huapango. El público aplaudió bastante mi intervención de solista, pero cuando se terminó el número, el director de la orquesta se bajó del podio y se vino hacia donde yo estaba. Me dio la mano, me dio un abrazo y me felicitó a mí directamente. ¡Todo el público estaba de pie en un standing ovation!

 

JC: ¿Fue el momento más inolvidable de todos para ti?

JM: Bueno, todos tuvieron un momento de magia. También cuando fuimos a Japón en 1997 y ’98, dimos unos conciertos muy memorables. Y me faltó mencionar la ópera Cruzar la Cara de la Luna, que fue una de mis más grandes satisfacciones. La presentamos con gran éxito en San Diego, Chicago, Houston, Phoenix y otras ciudades, ¡pero lo que más me impactó fue haber llenado, durante siete días, el Théâtre du Châtelet de Paris!

 

JC: Cuando salgas del Mariachi Vargas, ¿qué es lo que más vas a extrañar?

JM: En primer lugar, el sonido del grupo. He tocado con muchos mariachis, en muchas partes, y para mí ninguno se compara en sonido con el Mariachi Vargas. Extrañaré su estilo y su forma de interpretar la música.

 

Ensayando con Arturo Vargas

 

JC: ¿Cuáles son las lecciones que has aprendido, siendo integrante del Mariachi Vargas, que te van a servir en el futuro?

JM: Me va a servir la disciplina como músico, me va a servir el profesionalismo y me va a servir la dedicación de ser una persona seria dentro del escenario.

 

JC: ¿Qué ves para el futuro de la música de mariachi?

JM: Mira, está pasando un fenómeno muy lamentable en México. Cada vez se pierde más el interés de la música de mariachi y las nuevas generaciones ya no la dan mucha importancia, por lo que está decayendo su popularidad. Sin embargo, la música de mariachi sigue creciendo en el extranjero, sobre todo en Estados Unidos. También en Colombia está aumentando enormidades y hay músicos extraordinarios que tocan muy bonito la música nuestra. También los hay en otros países sudamericanos. Por lo tanto, creo que el futuro del mariachi va a suceder fuera de México.

 

JC: ¿Cuáles son tus planes personales para el futuro?

JM: Ahora tengo 56 años de edad, y en el tiempo que me quede con mi capacidad como músico, quiero hacer cosas con el arpa que no me fue posible hacer dentro del Mariachi Vargas. También quiero seguir impartiendo mis conocimientos. Me están invitando a dar talleres tanto en California como en Texas y otras partes de Estados Unidos. Y quiero seguir tocando en dúo con mi hermano, Javier Martínez.

 

Julio y Javier Martínez

Me gustaría presentarme en conciertos como solista con orquestas sinfónicas y otros tipos de agrupaciones musicales. Tuve la fortuna de presentar el tema paraguayo El Tren Lechero para arpa, mariachi y orquesta, y me gustaría hacer más colaboraciones de esta índole. También tengo un arreglo original para arpa y sinfónica del joropo venezolano Concierto en la Llanura, que hasta el momento no he tenido la oportunidad de presentar.

 

JC: ¿Tienes planeado hacer grabaciones?

JM: Bueno, ya tengo seis discos con arpa y pienso seguir grabando, pero de momento no tengo ninguna grabación en puerta. A partir de 2018 ya voy a estar libre y voy a planear bien lo que voy a hacer. También quiero producir espectáculos de música de mariachi donde puedan cantar mi hermano Javier y cantantes como Steeven Sandoval, Azucena de la Torre, Manuel y Angélica Vargas, Arturo Vargas, Adela Reyes, Claudia Sierra, Juan Carlos y Rocío Salazar, Alejandra Orozco, Mayela Orozco, Mario Valencia, Jazmín de la Rocha… grandes valores que tienen poco apoyo de los medios de comunicación.

 

JC: ¿Cómo quisieras que te recordaran?

JM: Me gustaría que me recordaran como un arpista versátil que hizo cosas memorables dentro y fuera del Mariachi Vargas y que amplió el papel del arpa dentro del grupo. También como un músico que puso su granito de arena para que creciera el número actual de grupos de mariachi que incluyen el arpa.

 

 

JC: Referente al festival Mariachi Vargas Extravaganza, has de haber impactado la vida musical de centenares de jóvenes participantes durante estas últimos dos décadas. ¿Qué es lo que nos puedes comentar sobre tu participación en este magno evento anual?

JM: Bueno, ha ido creciendo con el tiempo. Cuando empecé a dar talleres ahí con el Vargas en 1995, daba clases a un arpista o dos, si acaso. Pero últimamente he tenido hasta 20 o 25 alumnos de arpa en los mismos talleres, lo que me parece significante. Ha crecido mucho la popularidad del arpa dentro y fuera del estado de Texas.

Formar parte del plantel docente del Mariachi Vargas Extravaganza me ha proporcionado grandes satisfacciones. Ahí el público me conoce y gracias a ese festival me he dado a conocer no sólo en Texas, sino en todo los Estados Unidos. Hay alumnos que empezaron conmigo desde la escuela primaria que ahora los veo como grandes músicos profesionales, tocando en buenos grupos. He de tener, cuando menos, algunos diez estudiantes sobresalientes que empezaron conmigo en la Extravaganza.

 

JC: ¿Sabes quién va a ser tu sucesor en el Mariachi Vargas?

JM: ¡Te doy mi palabra que no sé quién vaya a ser! Pero no me preocupa ese punto, porque creo que dejo una escuela dentro del Mariachi Vargas y ahora la persona que va a entrar en mi lugar tiene que darle continuidad y hacer el papel que le corresponda, ¡y trabajar duro para sacar el instrumento adelante!

 

JC: Bueno, Julio, te deseo mucha suerte en esta nueva fase de tu carrera.

JM: Gracias a ti, Jonny, por hacerme esta entrevista.

 

Testimonios de algunos alumnos de Julio

Mi interés en el arpa de mariachi comenzó en 2003, cuando vi por primera vez, en la red educativa PBS, el programa Mariachi, el Espíritu de México. En ese documental, Julio interpreta La Bamba con el Mariachi Vargas como parte del popurrí Veracruz III. Le pregunté a mi papá: “¿Qué instrumento está tocando? ¡Suena tan increíble!” “Es el arpa”, respondió. Yo ni siquiera sabía qué era un arpa.

Poco después, me inscribí en la clase de mariachi de La Joya High School. Andrés Aguilar, de Veracruz, era profesor asistente ahí y me enseñó a tocar el arpa.

Unos tres años más tarde, ya como universitario, me uní al Mariachi Aztlán de la Universidad de Texas Pan-Americana. Una de las primeras conferencias a las que asistí con ellos fue Mariachi Vargas Extravaganza, y ahí conocí a Julio Martínez en 2009. Desde que comencé a tocar, lo buscaba constantemente en YouTube y tocaba junto con sus videos, ¡fingiendo que yo era él!

En 2013, cuando Aztlán fue llamado para sustituir al Mariachi Vargas en la ópera Cruzar la Cara de la Luna, tuve que ocupar el lugar de este artista que siempre he admirado e imitado. En esa ópera, me encontré canalizando el espíritu de Julio, haciendo mi mejor esfuerzo para tocar como él. ¡Fue una experiencia surrealista!

Creo que Julio Martínez realmente abrió la puerta para el arpa moderna de mariachi. Es el arquetípico arpista de mariachi, y el mundo del arpa le debe una profunda deuda de gratitud.

—Charlie López, director de mariachi de la escuela preparatoria Sharyland High School

 

Charlie y Julio en 2013

 

“De todos los talleres de arpa a los que he asistido, los de Julio son mis favoritos. Es carismático, es un arpista increíble y es elocuente para explicarte las cosas. Si no entiendes algo de inmediato, te lo demostrará y lo explicará de diferentes maneras hasta que lo entiendas. Es muy creativo. Si le pregunto cómo tocar cierta canción, me demostrará dos o tres formas diferentes de interpetarla, luego me alentará a improvisar mis propias variaciones. Esto me motiva para ser como él algún día”.

—Jacobo Cruz, estudiante de primer año de la escuela preparatoria Roma High School

 

 

“La primera vez que escuché a Julio Martínez con el Mariachi Vargas en 1999, yo era un estudiante de segundo año en la preparatoria. Él me infundió el deseo de tocar el arpa. Julio fue mi modelo a seguir para el instrumento y gracias a él, en gran parte, soy el profesor de mariachi que soy ahora”.

—Abiel Hinojosa, director de mariachi de la escuela secundaria Roma Middle School

 

 

¿Cómo podría expresar de la mejor manera lo increíble que es Julio Martínez y la influencia ejerció en mí? Hablo no sólo como músico y educadora, sino como persona. Ha sido mi maestro, mi guía y mi padrino. Me ha enseñado a perseguir metas y a soportar dificultades con gran compostura y humildad.

En aquellos, mis días de la escuela secundaria, no había arpistas locales en San Antonio; no había internet, mucho menos videos. Pero existía el festival Mariachi Vargas Extravaganza. En el otoño de 1996, entusiasmada pero desorientada, asistí al evento. Otra chica y yo estábamos tomando la clase juntas. Cuando ella tocó un breve solo de arpa para Julio, mi corazón se entristeció porque no pude hacer lo mismo, y me puse nerviosa. Pero él sonrió y me dijo que no me preocupara; para eso estaba él allí.

El resto del día lo pasó explicando conceptos básicos, estructuras de acordes, ejecución de glisados basados ​​en la melodía, los bajos, técnicas de mano, la relación entre el solfeo y el abecedario… Total, fue mi primer profesor de teoría musical. Él me había abierto un mundo completamente nuevo y me ayudó a adquirir confianza. Desde aquel momento, supe que seguiría la carrera de la educación musical.

Gabriela y Julio en 2012

Julio ha sido una parte muy importante en mi vida. A lo largo de mis luchas y frustraciones, siempre ha estado ahí para aconsejarme y mantenerme motivada. En los momentos que pensaba darme por vencida, él me ayudó a ver lo positivo de cada situación y mi propia valía. Mi carrera docente y mi filosofía musical por siempre estarán en deuda con él.

Tengo la convicción de que el conocimiento, las conexiones y los logros son de poca utilidad por sí mismos. Si no transmites tus conocimientos a la siguiente generación con gracia y humildad has usado mal un hermoso regalo. Me parece incomparable que un artista de este calibre desinteresadamente imparta su experiencia para la perpetuación del género.

Paradójicamente, Julio me llama “Maestra”. Sé que se dirige a mí con ese título para motivarme, de modo que comparta mi conocimiento con mis alumnos, quienes a su vez lo compartirán con otros. Y juntos haremos nuestra parte para mantener viva esta bella música.

Cuando vemos que se acerca el final de un camino, a menudo pensamos en un comienzo. Sé que Julio se irá y que hará muchas cosas maravillosas. Realmente ha sido un viaje increíble.

—Gabriela Fuentes, Directora del Programa de Música de Mariachi
Escuelas Públicas Metropolitanas de Nashville

 

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2 Comments

  1. Luis Mardueño
    February 13, 2018 at 10:18 pm · Reply

    Julio Martínez hizo historia en el Mariachi Vargas. Excelente entrevista.

  2. Brigitte Weinert
    September 22, 2021 at 11:30 am · Reply

    Hey, Julio!!! Soy Brigitte de Alemania, una vieja amiga de tu hermano Javier. No sé si te acuerdas de mí- yo fui a visitarles en 1998 y conocí a toda su familia!

    ¡Muchas gracias y un saludo cordial desde Alemania!

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