Los primeros casos de Covid-19 (coronavirus) en Estados Unidos fueron reportados en enero de 2020. Ya para febrero, el virus se había detectado en México, y el 11 de marzo de 2020 la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró al Covid-19 una pandemia internacional. Lo que había sido una epidemia ya era una pandemia. Desde entonces, las infecciones relacionadas con el coronavirus se han incrementado en Estados Unidos y México, y continúan aumentando a un ritmo alarmante. Hasta la hora de esta publicación, se han reportado más de 2 millones de infecciones y casi 200 mil muertes en México, en comparación con unos 30 millones de infecciones y más de 500 mil muertes en los Estados Unidos.
Sin lugar a dudas, el grupo étnico estadounidense más afectado ha sido el de los hispanos, por lo que no es sorprendente que el coronavirus haya cobrado un precio desmesuradamente alto entre los mariachis.
Plaza Garibaldi durante los primeros días de la pandemia
Fotos de Antonio Covarrubias
Afortunadamente, el Covid no siempre es fatal. La OMS calcula que solo el 3.4% de las infecciones resultan en muerte, aunque la mortalidad aumenta con la edad y con la presencia de otras condiciones médicas preexistentes. La mayoría de los pacientes no mueren, como es el caso del guadalajarense Mariachi Sol de América, donde el 100% de sus miembros se infectaron el otoño pasado y todos sobrevivieron.
Rubén Moreno, líder del tucsonense Mariachi Luz de Luna, afirma que todo su grupo se contagió el Halloween pasado tras grabar un programa de televisión en espacios reducidos. “En realidad, es un buen argumento de venta para los clientes potenciales”, explica. “Les digo que todos lo hemos tenido y que nos hemos recuperado por completo, así que no podemos dárselo ni contraerlo nosotros mismos. También les digo que la Cruz Roja desea nuestro plasma sanguíneo, ¡porque nos sobran anticuerpos!” Todos los integrantes de su grupo cargan copias de sus últimos resultados de la prueba de anticuerpos, para tranquilizar a los clientes preocupados.
Mario Santiago, ex integrante del Mariachi Vargas de Tecalitlán, recientemente pasó un mes internado en la Unidad Temporal Covid-19 de la Ciudad de México, y ahora se encuentra reposando en casa con su familia. Pero no todos han sido tan afortunados.
Entre la lista de los de la Ciudad de México que sucumbieron a este pernicioso virus están Lázaro Chávez, director del Mariachi Los Monarcas; Oswaldo Vásquez, director del Mariachi Arriba Juárez; Pepe López, director del Mariachi México ’70; Miguel Ángel Hernández, director del Mariachi Zacatecano de Pepe Aguilar; Pepe Villela, director del Mariachi de la Ciudad; Octavio Gama, violinista del Mariachi Gama Mil; José Luis Aguilar “el Sandwich”, guitarrista por muchos años con el Mariachi Los Arrieros de Pedro Fernández; el trompetista Manuel Torres, hermano del ex varguista Federico; Miguel Viurquis, ex trompetista de Juan Gabriel y su hermano, el violinista Raúl Viurquis (siendo ambos hermanos del ex varguista Juan Manuel; y Benito Fuentes “don Benny,” chofer de camión para el Mariachi Vargas otros grupos. Guadalajara perdió el violinista Juan González, hermano de Pancho “el Pilón”; y el vihuelista Enrique Caratachea, hermano del virtuosístico Sergio. El estado de Texas perdió la vocalista Cassandra Trejo y el educador de mariachi Héctor Cantú.
Desafortunadamente, esta lista es sólo una pequeña muestra de los nuestros que han perecido debido a la pandemia. La Escuela de Mariachi Ollin Yoliztli de Garibaldi ha preparado un conmovedor homenaje a los recién fallecidos de su comunidad musical.
Arturo Ramírez, líder de la Organización de Mariachis Unidos de Los Ángeles (OMULA), afirma: “Durante los últimos 15 días, ha habido una oleada muy fuerte de muertes en nuestra comunidad por culpa del Covid. Decenas de compañeros han muerto por el virus”.
El multi-instrumentista tejano Josué Eduardo López, mejor conocido como “Eddy”, actualmente un residente de Los Ángeles, comenta: “Casi todos los músicos de mariachi que conozco de aquí se han contagiado del virus, pero la mayoría sobrevivimos y nos hemos recuperado. La tasa de mortalidad de los jóvenes ha sido baja, pero muchos de los de la vieja guardia no tuvieron tanta suerte”.
Jesús Guzmán, director del Mariachi Los Camperos, afirma que tres de sus músicos han contraído el Covid. “Dos de ellos tuvieron síntomas muy leves, pero nuestro guitarronista, Juan Jiménez, fue golpeado muy duro por el virus y falleció, que en paz descanse”.
José Hernández, director del Mariachi Sol de México, confirma que siete de sus músicos fueron infectados por el Covid, pero que todos se recuperaron. “La ventaja es que la mayoría de mis elementos están jóvenes y sanos”, asegura.
El violinista Héctor Castro, mejor conocido como “el Zopi”, ha sido integrante de Los Galleros, Sol de México, Los Camperos y otros grupos renombrados del área de Los Ángeles. También perteneció al Mariachi Cobre. El Zopi nos habla sobre la actual sobreabundancia de funerales relacionados con el Covid:
No puedo creer la cantidad de funerales que he tocado desde que empezó esta pandemia. ¡Parece que no hay día que no toco, cuando menos, un funeral! Por este rumbo hay panteones que antes enterraban entre 8 a 10 personas diarias y que ahora entierran hasta 50. De repente nos juntamos 4 o 5 grupos de mariachi tocando a la misma vez en el mismo panteón; unos de lejos, otros de cerca. Y esto sigue todo el día.
El músico de mariachi, por más bueno que sea y por más famoso que sea el grupo donde trabaja, no tiene ningún seguro médico, seguro de vida o plan de retiro. Tenemos que seguir trabajando bajo condiciones peligrosas, arriesgando nuestras propias vidas, para sobrevivir. Por la misma razón, han muerto por el Covid tantos músicos compañeros. Me da tristeza que cuando se mueran estos amigos que dieron su vida por el arte, sus familias no pueden enterrarlos con dignidad, ya que se ven obligados a pedir donativos para poderlo hacer.
Miguel Guzmán, líder del tejanísimo Mariachi Los Galleros de San Antonio, atestigua: “Sentí que estaba en mi lecho de muerte. Después de un mes en el hospital, perdí unos 20 kilos. Pero por la gracia de Dios, todavía estoy vivo. Nuevamente estoy dando clases por Zoom y hasta chambeando con el grupo”.
Álvaro Paulino Jr., líder del Mariachi Tapatío de la ciudad de Nueva York, comenta: “Mi padre y yo salimos positivos y nos recuperamos, pero mi tío Carmelo no fue tan afortunado y lo perdimos”.
Carlos Martínez, director musical del Mariachi Vargas de Tecalitlán, describe la manera en que la pandemia ha afectado a su grupo:
Tres de nuestros compañeros contrajeron coronavirus, pero afortunadamente ya están sanos. Como la mayor parte de nuestro trabajo es de conciertos públicos y en teatros, por lo que obviamente la cantidad de actuaciones se nos ha bajado demasiado. Hemos tratado de aprovechar este tiempo para grabar temas que teníamos pendientes. Algunos compañeros dan clases virtuales, y esta crisis nos proporciona una buena oportunidad para estudiar nuestros instrumentos individualmente en casa.
Ángel Martínez, hermano de Carlos y líder del Mariachi Nuevo Tecalitlán, comenta:
Varios de nuestros miembros contrajeron coronavirus en mayo pasado, pero todos se recuperaron, gracias a Dios. Solo sé de dos o tres músicos locales que han muerto de eso. Para nosotros, lo peor ha sido la pérdida de trabajo. Desde que llegó la pandemia, solo hemos trabajado como un tercio de lo acostumbrado. Incluso hemos perdido a algunos de nuestros mejores clientes debido al Covid. Ya no tocamos conciertos y los únicos trabajos que aceptamos son fiestas particulares para clientes conocidos. Lo malo es que cuando me hablen para preguntarme cuánto cobramos y les digo “Lo mismo que la vez pasada”, salen con: “Pero estamos en pandemia. ¿Cuánto es el precio de Covid?” ¡Quieren un descuento de Covid! Como sea, usamos tapabocas siempre que se pueda y nos mantenemos alejados de los invitados, evitando todo contacto directo con el público.
Javier Vargas, líder del Mariachi California, del pueblo californiano de Watsonville, se pone aún más proactivo:
Cuando un cliente me hable para contratar al mariachi, primero le explico: “Para que nosotros nos protejamos, y tus invitados también, te pido lo siguiente:
- La reunión no debe ser muy concurrida.
- Debe estar afuera, a la intemperie.
- Los que preparen y sirvan la comida deben usar mascarillas y guantes.
- Todos los invitados deben usar mascarilla, al igual que el mariachi.
- Tienen que tener bastantes mascarillas extras disponibles por si algún invitado no traiga.”
Si no aceptan estas condiciones, no hago el contrato. Y si empezamos a tocar y veo que mucha gente no trae mascarilla, de inmediato paro la música y anuncio en voz alta: “Venimos bajo la condición de que todos los invitados iban a usar mascarilla. Si no tienen una, aquí hay suficientes para todos”. Hasta el momento nunca se han negado a hacerlo, porque de antemano les advierto que si no se las ponen, ¡cancelamos la música y nos vamos!
Este último año también cobró las vidas de muchas personas del mundo del mariachi que fallecieron por causas no relacionadas con el Covid. Entre ellos se encuentran Jesús Rodríguez de Híjar, director del Mariachi de América; Pepe Chávez, director del Mariachi Oro y Plata; Hermes Rafael, investigador e historiador del mariachi; y el polifacético François Gouygou, mejor conocido como “Pancho, el Charro Francés”.
Francisco Mora imparte clases de trompeta en la Escuela de Mariachi Ollin Yoliztli Garibaldi. Actualmente forma parte del Mariachi Gama Mil. Panchito nos dice:
Vivo en un departamento que tiene vista hacia la Plaza Garibaldi, por lo que me doy cuenta de los cambios que ha sufrido nuestro gremio debido a la pandemia. Prácticamente ya no hay grupos completos, solamente maromeros (músicos solitarios que forman mariachis al vapor). Antes de la pandemia, los grupos de la plaza se formaban de un promedio de nueve elementos, pero ahora lo más común son grupos de cuatro, (guitarrón, vihuela, trompeta y violín) y en ocasiones, grupos de tres (guitarrón, vihuela y un instrumento de melodía). Anteriormente peregrinaban muchas familias y turistas a escuchar nuestra hermosa música mexicana, pero ahora son pocas las personas que acuden a este emblemático sitio. Es una situación muy triste.
En estos tiempos de covid, no debe sorprendernos que los restaurantes estén reduciendo sus días y sus horas de servicio. Y si acaso todavía presentan un mariachi, son grupos muy reducidos. Pancho Villa’s Mexican Grill, ubicado en Fontana, California, es una gran excepción. Comenta Hipólito Puentes, director musical del Mariachi Internacional de México, el grupo que labora de jueves a domingo en ese restaurante familiar:
Nos entristece lo que está pasando, ya que nos perjudica a todo el gremio. Afortunadamente, nuestro fundador Francisco Jara piensa diferente que otros empresarios. Piensa que en tiempos como éstos, es más necesario que nunca mantener el lugar abierto y el mariachi completo para poder alegrar a la gente que nos visita. Dice Pancho que con una hora de música de mariachi, los clientes ya tienen para aguantar, cuando menos, otra semana de encierro. En lugar de recortar el grupo, lo ha aumentado a 13 elementos: seis violines, tres trompetas y cuatro armonías. ¡El Día de San Valentín fuimos 14! Que yo sepa, en la actualidad somos el único mariachi de espectáculo que puedes ver en toda la región de Los Ángeles, ahora que el Cielito Lindo ya cerró, El Mariachi recortó su grupo, y el Guadalajara Grill y la Casa Sánchez ya no presentan música. Pero recuerda el dicho “No hay mal que duré cien años…”. Los buenos tiempos pronto regresarán. Mientras tanto, ni el restaurante ni el mariachi los dejamos caer. Invitamos a toda la gente a visitarnos.
Aunque ésta haya sido una pandemia inesperadamente larga y frustrante, tiene su lado positivo. Entre otras cosas, ha acelerado exponencialmente nuestra destreza en la enseñanza y el aprendizaje a distancia, así como en las teleconferencias. Por primera vez, mariachimusic.com ofrece una amplia selección de tutoriales gratuitos con integrantes del Mariachi Vargas de Tecalitlán. La colaboración musical a distancia se ha vuelto común de una manera que era impensable hace solo un año, y hemos encontrado formas alternativas de satisfacer las necesidades de la vida sin congestionar nuestras carreteras y transporte público como solíamos hacerlo.
Por su propia naturaleza, la música de mariachi es una actividad colectiva cuya función principal es proporcionar acompañamiento a los rituales sociales. Naturalmente, extrañamos esta interacción social. Cuando vuelva —y lo hará—, estaremos más agradecidos que nunca por ello. La pandemia no durará por siempre. Mientras tanto, no debemos dejar de estudiar nuestros instrumentos musicales.
Salmo 30:5 (NVI) nos dice que “Si por la noche hay llanto, por la mañana habrá gritos de alegría”. Aunque sea demasiado temprano para gritar de alegría, la luz al final del túnel ya se vislumbra.
Les recomendamos a toda nuestra comunidad a que sigan las normas de higiene tales como lavarse las manos con frecuencia, usar mascarilla y someterse al distanciamiento social recomendado. ¡Juntos podemos superar esta pandemia!
Las fechas de la 27ª Extravaganza Anual del Mariachi Vargas en San Antonio son del 1 al 5 de diciembre de 2021. Esperemos verte allí.
La foto principal del Mariachi Águila de México es por cortesía de Natán Reyes Rojas
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¡Excelente artículo!
Aún no dimensionamos las bajas que está dejando esta pandemia en nuestro gremio. Afortunadamente, muchos y muchas se han salvado, otros desgraciadamente no. Como aún no estamos del otro lado, hay que seguirnos cuidando. Cuídense todos y todas. Es muy triste ver casi a diario las publicaciones de otro deceso.
Saludos.
Es lamentable lo que está sucediendo en estos tiempos difíciles para nosotros, los músicos de mariachi, y también de otros estilos de música. Me apena ver la larga lista de compañeros y grandes músicos que se nos han adelantado, pero sé que nuestro espíritu es grande y que saldremos adelante y volverán los grupos grandes, para poder seguir difundiendo nuestra música como sabemos hacerlo. Por lo pronto estaremos a la espera con todas nuestras ganas y amor al mariachi para dar lo mejor de nosotros, que es nuestra música.
Reciban un cordial saludo de mi parte, y que Dios nos cuide a todos y a nuestras familias.
Hasta pronto,
Hipólito Puentes Macías “Polín”
Gracias, Jonathan Clark, por el artículo.
Primeramente, quisiera ofrecer mis condolencias para las familias que han perdido a un ser querido por causa de este virus. Para mí, esta situación fue la experiencia más difícil de mi vida, físcamente y mentalmente. Agradezco a mi padre celestial, a mi familia y a mis amigos y compañeros del mundo del mariachi por la atención que me brindaron durante esta pesadilla que pasé. Gracias por sus oraciones y por todos sus buenos deseos. Cuando salí del hospital después de un mes, bajé 40 lbs y perdí todo mi músculo y fuerza de mi cuerpo. No podía caminar. El covid atacó mis pulmones, y me mandaron a casa con oxígeno. Pero no me di por vencido. Estoy sumamente agradecido por la música que fue una gran parte de mi recuperación y una parte importante de mi terapia.
Cuando volví a casa, no podía sostener mi violín, no tenía sensación en los dedos, menos aire para tocar la trompeta, pero poco a poco fui mejorando. Gracias a mi esposa y mis hijos que me apoyaron durante esta difícil situación que fue una lucha diaria, actualmente ya estoy mejor. Ha sido una recuperación muy difícil de cuatro meses, pero no me le rajo. Gracias a Dios ya estoy saliendo de nuevo a trabajar con mi Mariachi Los Galleros de San Antonio. Doy una clase de trompeta a 10 alumnos por Zoom dos veces a la semana y espero volver en persona a dar mis clases en la universidad de Texas State en San Marcos la próxima semana.
Ya me administraron la primera vacuna y espero la segunda en dos semanas para tener la protección necesaria. Espero que todos sigan haciendo su parte para sobrevivir a sobresalir de esto, para pronto volver a tocar y presentar la música de mariachi en público y en conciertos.
Cuídense y nos vemos pronto. ¡Que viva el mariachi!
—Miguel Guzman
Jonny:
Te quiero agradecer, de parte de todos los miembros de mi grupo y todos los demás compañeros charros, por el tiempo que dedicaste para escribir este muy buen reporte acerca de los estragos que ha y sigue causando esta epidemia del COVID-19. Voy a tener en cuenta en mis oraciones a todos los compañeros que pasaron a una mejor vida en estos tiempos difíciles.
Que Dios te cuide y te proteja.